Simplemente pasado


Y aquí me encuentro, sentado, mirando por la ventana y recordando ese pasado, ese pasado que la gente llama horrible y que yo lo llamo simplemente pasado. Me estoy refiriendo al cáncer. Una enfermedad de la que todos hablan, pero de la que la mayoría de la gente no sabe cómo se vive. Yo sí.
No sé cuando fue, pero recuerdo que en algún mes de junio, en esa época a mi madre le diagnosticaron un cáncer. A todos y especialmente a mi madre se nos cayó el mundo encima, pero lo que hicimos no fue escondernos a llorar ni encerrarnos en nosotros mismos. Lo que hicimos tanto familia como amigos fue apoyarnos unos en otros, superando esa etapa hasta que mi madre fue intervenida meses después. La operación fue un éxito y  mi madre se encontraba perfectamente, aunque el destino nos tenía preparada otra prueba llamada quimioterapia. Fue un proceso largo y a veces pesado porque mi madre estaba cansada, comía poco y se la veía algo más enferma. Unos meses después a mi madre le quitaron el tratamiento y se encontraba perfectamente, además tenía mucha vitalidad y lo mejor fue que todos pasamos esa difícil etapa gracias al espíritu positivo, las ganas de vivir y a la esperanza. Estos sentimientos son capaces de hacer grandes cosas.
Y aquí me encuentro, sentado, mirando por la ventana y recordando ese pasado, ese pasado que la gente llama horrible y yo lo llamo simplemente pasado.